Monólogo menstrual de una mujer
- Nadie es perfecto ¿sabes? - Laura sorbió de su café rapidamente para que Carmen no se le adelantara al hablar. - Me gustan los zapatos, los bolsos, ir de compras... ir a la "pelu" de vez en cuando... - Carmen asentía con la cabeza el monólogo intentando esforzarse por seguir la lista interminable de cosas que le gustaban a Laura sin aburrrirse en exceso - Darme una ducha tranquilamente y después tirarme una hora y media metida en el cuarto de baño echándome cremas y depilandome... secarme el pelo tranquilamente hasta conseguir que las puntas estén en su sitio... - sorbió de nuevo su café un poco más deprisa incluso que antes porque ahora le daba admeás una calada a un cigarro, que sostenía entre los dedos de su mano derecha y que agitaba a la par que sus manos, y que se consumía solo mientras ella disertaba - A Ignacio ¿que le gusta? tía, ¡si, si está en casa está tirado en el sofá! no se arregla y tal, se pone lo primero que pilla, es un desastre... - Laura llegaba al climax de su discurso y Carmen miraba como la gente de las demás mesas de la terraza miraban a Laura reflejando en su cara un único pensamiento: ¡por qué no se calla!. En un tono más calmado ya, Laura hizo una reflexión, anuncuando que había llegado a la conclusión de su mítin. -¿sabes qué? - Carmen se encogió de hombros contestando a Laura y resignandose a su inminente autorespuesta - Creo que por eso ya no vamos al teatro, ni a cenar, ni casi salimos a sitios guapos...
- No será para tanto... - Carmen quería quitar hierro al asunto y tranquilizar a Laura.
- ¡Estoy harta, Carmen! de verdad... cualquier día... - la voz de Laura se rompió y se le saltaron las lágrimas dramaticamente...
- Bueno, tranquilizate - Carmen se inclinó hacia Laura y le cogió la mano por encima de la mesa con fuerza - ¿no discutisteis hace poco por lo mismo?
- Sí, cada dos por tres, la ultima el mes pasado...
- ¿Ves?, Nadie es perfecto Laura...
- No será para tanto... - Carmen quería quitar hierro al asunto y tranquilizar a Laura.
- ¡Estoy harta, Carmen! de verdad... cualquier día... - la voz de Laura se rompió y se le saltaron las lágrimas dramaticamente...
- Bueno, tranquilizate - Carmen se inclinó hacia Laura y le cogió la mano por encima de la mesa con fuerza - ¿no discutisteis hace poco por lo mismo?
- Sí, cada dos por tres, la ultima el mes pasado...
- ¿Ves?, Nadie es perfecto Laura...